domingo, 2 de agosto de 2009
La Julieta
Quien como vos Julieta, que me arranca el corazón y lo deja sobre el escritorio. Quien como vos que me despierta en la mañana con la sonrisa en las manos. ¿Como hago para declararme todas las noches a tu voz sin dejar de sentir amor? Como haces para complacerme en la luna más calurosa, y en los días más oscuros. Decíme mujer de mil rostros, si el secreto de tu piel es simple capricho de la eternidad. Contáme si tus dedos te hacen coro y como juegan con tu guitarra. Que hermosa sos divina presencia de Dios en la tierra, alma de la alegría y actriz de momentos. Como hago para revivir en tus pasos sin desmoronarme en la huída. “La milagrosa” te llamaron, te nombraron como debe ser nombrada la tierra bajo los altares de la música. Si entre quienes vayan a recordarte no esté yo ahí, discúlpame pero la distancia hace estragos en mis bolsillos porque desde que nací hice un voto involuntario de pobreza, sin embargo levantaré un brillo, alcanzaré las estrellas y te bajaré la galaxia para vos. Prometo recordarte en un listón, estaré presente en tu corazón, el triste no seré yo, porque será el primer día el mejor de todos. Gracias Julieta, me has salvado la noche.
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